Wintershall Dea inicia el primer almacenamiento de CO2 en el Mar del Norte danés como parte del proyecto Greensand del que es miembro líder. Por primera vez en la UE, toda la cadena de valor de la captura y almacenamiento de carbono (CAC) se implementa de manera transfronteriza. La capacidad de almacenamiento estimada de hasta ocho millones de toneladas de CO2 anuales a partir de 2030
La captura y almacenamiento de carbono (CAC) desempeñará un papel clave en la lucha contra el cambio climático en todo el mundo y también en Europa. Dinamarca está liderando este proceso y asumiendo un papel pionero entre los países europeos con el Proyecto Greensand, al haberse iniciado ya el primer almacenamiento de CO2 en
un yacimiento del Mar del Norte danés. “El Proyecto Greensand supone
un salto hacia adelante en el desarrollo de una infraestructura de CAC
a escala europea y, por tanto, para la protección del clima. Estamos
demostrando que es posible transportar y almacenar CO2 de forma
segura y confiable a través de las fronteras nacionales, y que haciéndolo
ya podremos contribuir a un mañana descarbonizado en un futuro
próximo. Junto con nuestros socios, somos pioneros en esta tecnología
que cambia las reglas del juego”, señaló Mario Mehren, Director General
de Wintershall Dea, en la ceremonia oficial de hoy, por el primer
almacenamiento de CO2 en Esbjerg,
El Proyecto Greensand figura entre los proyectos de CAC más
avanzados de la UE. Por primera vez, toda la cadena de valor de la CAC
(captura, transporte y almacenamiento) se aplicará de forma
transfronteriza. A principios de abril de 2023, las emisiones residuales de
una planta industrial belga, que en conjunto representan hasta 15.000
toneladas de CO2, se almacenarán durante la fase de demostración en
curso. El yacimiento petrolífero agotado de Nini West, en el Mar del
Norte danés, servirá como lugar de almacenamiento del CO2. Para 2025
o 2026, podrían almacenarse 1,5 millones de toneladas de CO2 al año
como parte del Proyecto Greensand. En la fase final de ampliación,
prevista para 2030, los planes prevén almacenar hasta 8 millones de
toneladas de CO2 al año. Esto supone más del 13% de las emisiones
anuales totales de Dinamarca. El objetivo es almacenar sobre todo las
emisiones industriales que no puedan evitarse en el futuro.
“Estoy orgulloso de que nuestro equipo contribuya de manera decisiva
al éxito de este proyecto pionero y, con ello, demuestre que Wintershall
Dea es capaz de desarrollar CAC”, declaró Hugo Dijkgraaf, miembro del
Directorio Ejecutivo y Chief Technology Officer (CTO) de Wintershall
Dea. “Nuestro éxito se basa en los conocimientos que hemos adquirido
en más de 120 años de producción de gas y petróleo, así como en nuestra
experiencia geológica y de ingeniería. Y pretendemos aprovechar estabase para nuestros otros proyectos de CAC en otros países, tales como
Noruega, los Países Bajos y el Reino Unido.”
Wintershall Dea es uno de los principales miembros del consorcio
Greensand. Además de Wintershall Dea, el proyecto también lo lleva a
cabo INEOS Energy, en calidad de operador. Asimismo, participan otros
más de 20 socios, desde empresas emergentes e institutos
independientes hasta GEUS (Servicio Geológico de Dinamarca y
Groenlandia), institución dependiente del Ministerio danés de Clima,
Energía y Servicios Públicos. El Gobierno danés apoya el proyecto con un
total de 26 millones de euros de financiación pública.
El transporte del CO2 desde Bélgica y Dinamarca ha sido posible gracias
a un acuerdo bilateral que estos dos países firmaron el año pasado.
“Para que el Proyecto Greensand y otros proyectos de CAC en el Mar del
Norte se lleven a cabo con éxito, los responsables políticos deben
establecer el marco normativo adecuado”, señaló Dijkgraaf. “Ya se han
dado los primeros pasos. Ahora necesitamos más acuerdos bilaterales
para vincular las industrias intensivas en emisiones a los depósitos de
CO2 del Mar del Norte”.
Para Wintershall Dea, Greensand es un proyecto pionero de CAC.
Mediante proyectos de CAC e hidrógeno bajo en carbono, la empresa
prevé evitar anualmente hasta 30 millones de toneladas de CO2 a partir
de 2040. Esto representa una parte sustancial de las emisiones
residuales previstas en Alemania para aquel entonces