Horacio Marin, presidente de YPF abogó por la aprobación del Regimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) que impulsa el gobierno de Javier Milei, y consideró que “sin el RIGI no hay LNG en la Argentina”.

“Es un proyecto de alrededor de 50 mil millones de dólares” señaló en referencia a un acuerdo entre YPF y Petronas para el desarrollo de una planta para procesar gas natural de Vaca Muerta y su conversión en Gas Natural Licuado, prioritariamente con vistas a la exportación.

Dicho acuerdo fue firmado durante el gobierno anterior, en tiempos en los que no se conocía ningún proyecto RIGI, aunque si se trabajó en la elaboración de un proyecto de ley específico para la producción de GNL, que no llegó a discutirse en el Parlamento nacional.

Marín sostuvo en declaraciones periodísticas que “para que el proyecto se pueda desarrollar hay que lograr que sea rentable a bajo precio, seguridad jurídica, y todo lo que tiene el RIGI”, un proyecto que integra la ahora denominada “Ley Bases”, muy cuestionada en diversos aspectos en el Senado de la Nación.

En un proyecto anterior de la Administración Milei (frustrado en el Congreso) se planteaba la privatización del 51 % del capital accionario que detentan el Estado nacional y las provincias productoras de hidrocarburos. En el nuevo texto de ley proyectado esta empresa y otras fueron excluídas de la lista de privatizables, al menos por ahora.

Marín (de extensa trayectoria en Tecpetrol-Techint) viajó a los EE.UU. para reunirse con potenciales inversores. “Vine a Nueva York a explicar el 4×4 y vamos a tener reuniones con más de 100 inversores” destacó, en alusión al plan diseñado y activado para la reestructuración del modelo empresario de YPF, que prioriza las inversiones en el No Convencional de Vaca Muerta y relega su actividad en los yacimientos convencionales maduros cediendo medio centenar de áreas (Proyecto Andes).

Marín hizo hincapié en que “el proyecto Argentina GNL es el proyecto más grande de la industria argentina”, y afirmó que “sin RIGI no se va a exportar (por) 30 mil millones de dólares”.

“El GNL tiene que ser una política de Estado” reiteró el directivo, ligando este concepto con el RIGI, un régimen de promoción fiscal y legal de amplio espectro con vigencia inicial por treinta años, que también es cuestionado por diversos sectores de la industria instalada en el país.

Marín insistió con que “hay que avanzar con este proyecto (RIGI) porque va a ser muy difícil conseguir capital. Las empresas locales no tenemos 50.000 millones de dólares para financiar el proyecto. Necesitamos que vengan capitales”.

En este orden, sostuvo que “Vaca Muerta (Neuquén) es la Texas Latinoamericana. En dos meses, vamos a saber si Palermo Aike (Santa Cruz) es realmente el segundo shale del país. Y también tenemos el offshore”.

“Es muy promisorio el panorama de energía. Hay que impulsar su desarrollo porque sin inversión es imposible desarrollarlo”, reiteró Marín.