La petrolera YPF, controlada por el Estado Nacional, vuelve a los mercados internacionales en busca de 1000 millones de dólares para apuntalar su programa de inversiones, según indicaron a EconoJournal fuentes al tanto de la operación. En rigor, la emisión tiene un piso de US$ 500 millones, pero el objetivo que se fijó el CFO de la empresa, Federico Barroetaveña, apunta a duplicar esa cifra. La compañía licita un bono con vencimiento en 2031 y está dispuesta a pagar una tasa de 8,75% anual. Además, ofrecerá como garantía de pago sus exportaciones de crudo. Esta emisión, en la práctica, aspira a conseguir la liquidez necesaria para pagar un bono de deuda que vence en abril de este año.
La Oferta Pública de Adquisición vence el próximo lunes 5 de febrero. La firma comandada por Horacio Marin contrató a Citigroup Global Markets, J.P. Morgan y Santander US para que actúen como dealer managers en el mercado internacional y a Santander Argentina y el Banco Galicia como dealers managers locales.
La compañía comenzó en los últimos dos meses a recomponer su caja de manera acelerada debido a la suba de más del 150% registrada en los precios de los combustibles. Con esos ingresos y lo que pueda recaudar ahora en el mercado internacional aspira a invertir unos 5000 millones de dólares durante 2024, por encima del escenario mesurado planeado por el anterior CEO, Pablo Iuliano, quien había proyectado un desembolso de 4200 millones de dólares.
Cuando acordó la restructuración de su deuda a comienzos de 2021, YPF también ofreció un bono, con vencimiento en 2026, respaldado con flujo de exportaciones. Además, en esa ocasión reforzó la estructura de garantías al ofrecerle a los bonistas una prenda en primer grado sobre acciones de su subsidiaria YPF Luz.
, Redaccion EconoJournal